Hoy me ha dado por pensar cuál sería la mejor declaración de amor de todos los tiempos. Desde pequeños hemos visto la típica película de dibujos animados en la que los enamorados, tras afrontar problemas “tan graves” cómo que tu novio sea un príncipe encantado convertido en una bestia, sellan su amor eterno con un dulce beso.
Cuando vas creciendo ves historias en la que lo más difícil todavía es conseguir el “Sí” de la chica, con el oportuno anillo de diamantes y el caballero en cuestión con la rodilla clavada en el suelo…
Pero cuando ya eres “mayor” descubres que te han vendido la moto…pero nosotros somos así, todos seguiremos soñando con un “su tú saltas, yo salto, ¿recuerdas?” o con (y esto es lo más cursi que he visto) un mensaje de amor escrito en el cielo por el humo de un avión….justo en el momento de la rodilla en el suelo….
Cuando vas creciendo ves historias en la que lo más difícil todavía es conseguir el “Sí” de la chica, con el oportuno anillo de diamantes y el caballero en cuestión con la rodilla clavada en el suelo…
Pero cuando ya eres “mayor” descubres que te han vendido la moto…pero nosotros somos así, todos seguiremos soñando con un “su tú saltas, yo salto, ¿recuerdas?” o con (y esto es lo más cursi que he visto) un mensaje de amor escrito en el cielo por el humo de un avión….justo en el momento de la rodilla en el suelo….
Por qué nos hacen creer que el amor es eso??? Hace poco vi una película en la que se hablaba del amor en términos más humanos y menos fílmicos (no sé si me acabo de inventar una palabra); donde comprobé que el amor es algo más que una declaración, al menos en el sentido más tradicional de la palabra, ya que, en el fondo, no hay mejor declaración de amor que una mirada sincera, afrontar en pareja problemas “reales” o un simple y tan complicado a la vez “te quiero” susurrado al oído…
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